lunes, 22 de noviembre de 2010

Magallanes empato la serie ante su eterno rival con "No Hitter"

Caracas: Con Anthony Lerew detrás del timón, los Navegantes del Magallanes vivieron su noche más espectacular ante su eterno rival, los Leones del Caracas, a quien no sólo blanquearon, sino a los que le propinaron no hit no run para vencerlos 6x0.

La historia de la noche fue sin duda alguna Anthony Lerew, quien con 106 lanzamientos, a base de recta, cambio y curva le propinó al Caracas y su afición la más dolorosa de las derrotas para empatar la serie de la temporada 2-2.

Los Navegantes habían propinado dos juegos de esta naturaleza en su historia, ambos en 1996, uno combinado en Barquisimeto obra de Donnie Wall, Oscar Henríquez y Evans. El segundo en el mismo año ante los Tigres de Aragua, obra de Chris Roberts. El Caracas había recibido dos, uno cortesía de Mel Nelson de Orientales y la otra obra de Luis Tiant de La Guaira.

En total son 16 los juegos de esta naturaleza lanzados en Venezuela, éste fue el 13ero en temporada regular, tres han sido en postemporada.

Pero la joya de Lerew no pudo haberse completado sin apoyo ofensivo. Magallanes abrió la pizarra temprano con doblete de Endy Chávez para comenzar el juego, wild pitch lo puso en segunda y con un out y corredores en las esquinas, pisó el plato para el 1x0 cuando Robinson Chirinos falló por la vía 53.

En ese momento estaba lejos de pensar que sería el 12do juego sin hits de forma individual que se lanzaría en la historia de la LVBP y mucho menos con un Caracas haciendo swing a casi todo.

La segunda vino en la segunda entrada, cuando Andrés Eloy Blanco anotó desde tercera con un wild pitch el 2x0.

Una más llegó en la cuarta con dos outs, cuando línea a la derecha de Alberto Callaspo remolcó el 3x0.

Las tres que sentenciaron el encuentro llegaron en la quinta, producto en parte de la ineficiencia de los lanzadores de los Leones, que regalaron cuatro boletos en esa entrada, dos extrabases y un wild pitch, fórmula del desastre que generó tres carreras para el 6x0.

Desde la cuarta entrada solamente un bateador llegó a base, ese fue Eduardo Pérez con boleto en la novena entrada, quien sirvió la mesa para el doble play final, con línea tendida al centro que se encontró Lerew, que luego de atraparla fue trotando a la inicial para completar el doble play y su joya.

La victoria de 6x0 parece quedar en segundo plano, tomando en cuenta lo logrado por Anthony Lerew, lanzador que afirmó después del juego que se consideraba “la persona más feliz de Venezuela”. Sin duda alguna, que de momento, es el hombre del momento.

ASÍ LO VIVIMOS

Anthony Lerew dijo después del juego que se sentía como “el hombre más feliz de Venezuela” y no podemos estar más de acuerdo, lo que para muchos grandes lanzadores es una hazaña imposible, fue lograda anoche por el magallanero.

Vivirlo como periodista es desde cualquier punto de vista algo fantástico, estos momentos son los que uno como aficionado de los deportes soñaba como presenciar en vivo, esos instantes en que parece todo estar en cámara lenta, ver cómo atrapaba la línea de Marwin González para salvar la única seria amenaza de hit y en qué momento y de qué forma, la novena entrada con hombre en primera y ver además luego cómo él mismo corrió y pisó la primera base para completar la hazaña, es algo que probablemente no olvide el resto de mi vida.

Pensar que a Anthony Lerew le tomó diez años en la profesión para lograr esta hazaña y que a mí me tomó seis años de periodista para presenciarlo en vivo, me hace caer en cuenta de la perspectiva del asunto.

Admito, sin que nada me quede por dentro, que este juego que acabo de presenciar me hizo sentir nuevamente como un aficionado del beisbol, esa barrera que tanto intentamos mantener como buenos profesionales, se quebró por un instante, en el que me recordé de la razón principal por la que me desempeño en esta profesión, por el verdadero amor al beisbol.

LA JUGADA

¿Realmente existe algo distinto qué decir de Anthony Lerew? Suficiente con señalar que lanzó un juego sin hits ni carreras, aprovechando inteligentemente la impaciencia de los bateadores contrarios. Su receptor fue también clave, nunca le negó un pitcheo el lanzador y como él mismo dijo después del juego: “Confié plenamente en lo que él (Robinson Chirinos) me pedía”.

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La cantidad de personas que pagó entradas para ver la joya de pitcheo de Anthony Lerew, en un totalmente lleno José Bernardo Pérez, presenciaron algo que no se veía desde hace ocho años.

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Gracias a las tres doble matanzas del juego, Anthony Lerew estuvo a punto de enfrentar al mínimo de 27 bateadores para completar la hazaña en nueve entradas, en ese primer acto “enfrentó a uno de más”.

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